Una simpática señorita, con su elegante traje veraniego y sus tacos altos, posa para el lente en una esquina de Piriápolis durante el verano de 1948. Al fondo vemos a una "bañadera", como se les llamaba a esos pequeños y alegres buses de turismo que recorrían las playas de Montevideo y los balnearios de nuestra costa oceánica.
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